16 de diciembre de 2014

Festivales Zona 2: Dos días llenos de puro rock, reggae y hip hop (segunda entrega) 

El pasado 15 y 16 de noviembre se realizó en el Parque Juanes de la Paz el Festival Zona 2, un certamen realizado por varias organizaciones comunitarias de la Comuna Noroccidental de Medellín y que tuvo el fin de promocionar a las bandas locales, nacionales e internacionales. Durante esos dos días miles de personas disfrutaron del rock, el reggae y el hip hop. Música Bacana estuvo presente y por eso publicará por entregas un reportaje con todo los detalles de este festival.

Todo el mundo está a la expectativa

A Don Elkin Restrepo no le gusta el rock. Si lo pusieran a escoger entre Los Toreros Muertos y DaríoGómez escogería al Rey del despecho sin pensarlo. Aun así, espera que los asistentes al Festival Internacional Rock Comuna Seis y Castilla Festival Rock se acerquen a su puesto para comprarle michelada, gaseosas, cigarrillos y mecato. 

—Yo espero que haya buena ventica, ombe. Pero lo que más espero es que no haya violencia y que los muchachos no se descontrolen con el traguito, ni con la musiquita.  

Dice Don Elkin con un marcado acento paisa. Desde hace cinco años él trabaja en el Parque Juanes de la Paz y conciertos como el de hoy le dejan buenas ganancias. Incluso, mañana trabajará como Dios manda, ya que los festivales Big Up y Hip 6 le traerán nuevos clientes. Pero si la música “no suena muy duro” Don Elkin encenderá un mini componente que tiene acondicionado en su puesto para escuchar las canciones de Darío Gómez que tanto le gustan.

Antes de que comienze el festival algunas personas divisan la ciudad desde la terraza del Parque Juanes. Foto de Feipe Sànchez Hincapiè. 

Por su parte, Luz Dary está dispuesta a meterse a los pogos para vender las latas de cerveza y las botellas de vino de maracuyá que guarda en su bolso. Aunque ella no solamente lo hará por su trabajo, sino también porque le gusta el rock.

—Donde haya rock y reggae allá estoy. Como yo soy vendedora ambulante vine acá a ganarme la vida y a divertirme.

Ante las preguntas de cómo Luz Dary mantendrá el equilibrio durante los pogos mientras vende sus productos, ella asegura que tiene la experiencia suficiente para no caerse en medio de la algarabía.

Pero el menos optimista con las ventas de hoy es Eduardo. Él está a cargo de una cama elástica que alquila a mil pesos y no se esperaba un público tan “rockero” como el que empieza a ingresar al Parque Juanes.

—Yo esperaba que vinieran más niños, pero acá hay más rockeros y la cama no aguanta el peso de ellos. Aunque de pronto me echo a dormir en ella o antes de que llegue mi esposa me pongo a ver a esas punkeras que están muy lindas. 

Algunas personas buscan un buen lugar para disfrutar del festival. Foto de Felipe Sànchez Hincapiè.

Y vaya que sí lo están. O si no que lo digan tres agentes carabineros que miran embobados a una muchacha paseándose por el parque, montada en una patineta y luciendo una blusa blanca y unos shorts. Los agentes vuelven en sí y vigilan a las personas que hacen fila en el acceso principal. Varias de ellas lucen con orgullo, a pesar del calor, camisetas negras estampadas con los logos de Nirvana, Led Zeppelin y otras bandas de rock. La mayoría viven en Castilla o en sectores aledaños como Robledo, Doce de Octubre y Picacho, aunque otras provienen de lugares más alejados como el corregimiento de San Antonio de Prado.

Los minutos pasan y todos quieren estar dentro del Parque Juanes cantando y pogueando las canciones de Braille, Metrallo, Los Suxioz, Antexedentez, Fe Nefasta, IV Tiempos, FértilMiseria, Desadaptadoz, Psicopath Billy y Los Toreros Muertos. Sin embargo, Jonathan y Santiago esperan con paciencia. Para ellos la música ocupa un lugar muy importante en sus vidas y por eso no quieren perderse ninguna de las bandas que participarán en el festival. 

—Para mí este es un festival que no tiene nada que envidiarle a otro. Tiene buenas bandas y buena gestión.

Comenta Santiago, y tanto él como Jonathan están de acuerdo con que se cobre por primera vez el ingreso al festival, ya que el aporte de tres mil pesos, además de concientizar al público de que puede invertir en un espectáculo memorable, será utilizado para reparar la sala de ensayos de Ciudad Frecuencia, un colectivo del barrio Castilla que promueve a las bandas locales, y cuyo techo no pudo resistir elaguacero que el pasado 29 de octubre convirtió a Medellín en una piscina llena de troncos y carros arrastrados por la corriente.

Algunas recomendaciones dadas por el equipo organizador del Festival Zona 2 para disfrutar de este certamen sin ningùn problema. 

Los minutos pasan y la fila se hace más larga. Felipe Laverde, director de Ciudad Frecuencia, observa emocionado la escena. Para este chelista y gestor cultural estos dos días de música son posibles gracias al trabajo mancomunado de los artistas y las organizaciones comunitarias de las comunas cinco, seis y siete de Medellín (Zona 2), quienes “han realizado un trabajo de convivencia y reconocimiento de la música local” y lograron un “festival de talla internacional en el que los grupos pueden expresar sus miradas desde lo político, social y musical y demostrarle a la comunidad de que la Zona 2 no es una zona de guerra, sino de mucha convivencia.

A pesar de que “Pipe” Laverde está pendiente de que todo salga bien, él disfrutará al máximo este festival.

—Yo espero mucha convivencia, mucha música. No queremos hablar de géneros, ni fronteras, sino demostrar que la música es una. Este es un festival que se construye entre todos porque cantando podemos vivir en comunidad. 

Felipe Laverde, gestor cultural y director de Ciudad Frecuencia. 

Las palabras de Laverde no se alejan de la realidad, porque tanto punkeros y metaleros, como jóvenes y viejos cantarán a una sola voz esas canciones que hablan sobre el amor y la violencia, la vida y la muerte. Todos moverán sus cabezas y lanzarán un grito liberador que estremecerá a una ciudad caótica y bella como lo han hecho en cada una de las versiones de Rock Comuna Seis, Castilla Festival Rock, Hip 6 y Big Up, que se realizan desde hace diez, siete, seis y tres años respectivamente.

Un policía con cara de niño mira su reloj de pulsera. Son las tres en punto de la tarde y por fin autorizan el ingreso del público al Parque Juanes. Minutos antes los Toreros Muertos terminaron su ensayo y se fueron a almorzar a algún restaurante del sur de la ciudad  con Alejandro Lesmes, quien no cabía de la dicha. Pero la dicha de quienes verán a los españoles y a las demás bandas en tarima es tan grande, que a nadie le importa que el sol derrita sus manillas de cuero. No es una exageración, los aproximadamente 27° C que hacen en estos momentos pueden derretir cualquier cosa.

A pesar del fuerte sol, muchas personas quieren disfurtar el Festival Zona 2. Foto de Felipe Sànchez Hincapiè 

Si quieres saber más sobre lo que pasó en el festival, préstale atención a Música Bacana porque en esta semana publicará más detalles de lo acontecido en este certamen.  








15 de diciembre de 2014

Festivales Zona 2: Dos días llenos de puro rock, reggae y hip hop (primera entrega) 


El pasado 15 y 16 de noviembre se realizó en el Parque Juanes de la Paz Festival Zona 2, un certamen realizado por varias organizaciones comunitarias de la Comuna Noroccidental de Medellín y que tuvo el fin de promocionar a las bandas locales, nacionales e internacionales. Durante esos dos días miles de personas disfrutaron del rock, el reggae y el hip hop. Música Bacana estuvo presente y por eso publicará por entregas un reportaje con todo los detalles de este festival. 

Sábado 15 de noviembre: Ocho horas de rock y pogo intenso

Una calurosa rueda de prensa

La carpa habilitada para la rueda de prensa de Los Toreros Muertos arde como el infierno. La banda española, conformada en 1985 por Pablo Carbonell, Many Moure y Guillermo Piccolini, cerrará el Festival Internacional Rock Comuna Seis y Castilla Festival Rock, dos certámenes que se realizan en la Comuna Noroccidental de Medellín y que este año harán temblar al Parque Juanes de la Paz con una descarga rockera.

Es la una en punto de la tarde y ninguno de los músicos ha llegado. La rueda de prensa fue programada para las doce del día y se calcula que unos veinte periodistas estarán dentro de la carpa haciéndoles preguntas a Carbonell, Moure y Piccolini mientras se secan el sudor de la frente. Para evitar esa situación tan embarazosa los organizadores del festival deciden quitar una de las lonas, pero el viento no alcanza a refrescar a los presentes y por eso se abanican con sus libretas y escarapelas. Los minutos pasan y algunos periodistas aprovechan el tiempo para conocerse y conversar sobre las otras bandas que tocarán en el día de hoy, como LosSuziox, Fértil Miseria y Desadaptadoz.

Afiche promocional del Festival Zona 2 


Mientras el sol se come la poca sombra que queda Alejandro Lesmes, baterista de Revoludos, camina por los alrededores del Parque Juanes. Alejandro se ganó un almuerzo con Los Toreros Muertos después de participar en un concurso realizado por el periódico Sexto Sentido y la emisora Zona Radio. A diferencia de los periodistas y organizadores, quienes miran su reloj con ansiedad, él luce tranquilo y toca algunas piedras del parque con una baqueta que saca del bolsillo trasero de su jean. Muchos quisieran estar en su lugar para tomarse una selfie con Carbonell, pero cuando ven llegar al vocalista de los Toreros Muertos se sienten las personas más afortunadas del mundo. Detrás de él vienen Piccollini, quien oculta sus ojos dormilones con unas gafas de sol, y Moure, quien lleva un vaso humeante de café y entra a la carpa para saludar a los periodistas.

—Por favor, háganles a los Toreros Muertos preguntas concretas.

Dice el manager de la banda antes de asignarles a los periodistas el orden en que harán sus preguntas. Sin más preámbulos los españoles entran a paso lento y son recibidos con los incesantes flashes de las cámaras.

—Venimos a hacer un concierto a Medellín en el que no vamos a presentar ningún tema nuevo, aunque el año que viene tenemos la intención de grabar un disco de temas inéditos y otro en directo. 

Pablo Carbonell, vocalista de Los Toreros Muertos, ofreciendo una rueda de prensa a los periodistas que  cubriràn el Festival Zona 2. Foto de Mari Gonzàlez.

Asegura Pablo Carbonell y tras este anuncio recuerda que durante los años ochenta él y sus compañeros fueron “muy bocazas”, ya que sacudieron a la escena iberoamericana con canciones irreverentes como Mi agüita amarilla, Soy un animal o Tu madre tiene bigote.

—En los años ochenta hubo una gran liberación social y los grupos no se sentían presionados por la industria. No había tanto egoísmo y la música tenía más mensaje. Éramos muy ingenuos pero queríamos cambiar muchas cosas… ¡y las cambiamos!

Carbonell recuerda que Los Toreros Muertos ayudaron a que se cayera la dictadura de Pinochet, ya que sus canciones eran muy populares entre la juventud chilena y acabaron con la censura impuesta a las emisoras radiales. Sin embargo, Guillermo Piccolini dice sentirse cansado, ya que “Hubo tanta fiesta, música, explosión y tanto cachondeo que ahora estamos de resaca.” Aun así saca sus fuerzas para explicar el particular nombre de la banda. 

—Nosotros no siempre fuimos músicos y había que ganarse la vida como pudiera; también éramos cazadores de tumbas. Una noche estábamos en un cementerio a las afueras de Madrid y nos encontramos un trozo de mármol enorme que decía “A los toreros muertos” No nos pudimos llevar la lapida pero nos llevamos el nombre.

Moure, Carbonell y Piccolini. Foto de Mari González.

Todos se ríen y Carbonell se lamenta de que en España haya una apatía hacia los “grupos divertidos” “Quedamos nosotros. El marido de Isabel Pantoja es un torero y está en la cárcel, y nosotros, Los Toreros Muertos, no.” Se escuchan más risas y Moure empuña su mano izquierda mientras grita un ¡Viva! que retumba dentro de la carpa. Él y Piccolini se marchan, mientras que Carbonell concluye la rueda de prensa diciendo que el nuevo trabajo incluirá algunos temas “hippies y góspel” y que se siente emocionado de participar en el festival, ya que este le provoca un “rejuvenecimiento” y “mantiene vigente la llama del rock en nuestro idioma”.

Los periodistas aplauden emocionados y uno de ellos le regala a Carbonell la camiseta oficial de Festivales Zona 2, una iniciativa liderada por el colectivo Ciudad Frecuencia y que agrupa tanto al Festival Internacional Rock Comuna Seis y Castilla Festival Rock, como al Big Up (festival de reggae), y Hip 6 (festival de hip hop). El cantante quiere probársela, pero mira con pudor a los periodistas y prefiere tomarse fotos con ellos o autografiarles sus libretas.

Varios medios de comunicación de la ciudad se hicieron presentes en esta rueda de prensa. Foto de Felipe Sànchez Hincapiè 

Carbonell sale de la carpa y se les une a sus compañeros en la prueba de sonido que realizan en la tarima. Son las dos de la tarde y aunque el cielo comienza a llenarse de nubes el calor sigue igual de agobiante. Mientras Los Toreros Muertos ensayan Yo no me llamo Javier varios vendedores ambulantes esperan a que lleguen los primeros clientes, quienes deben aguantarse las ganas de poguear porque el concierto empezará a las tres de la tarde y no a las dos, como se tenía planeado.  


Si quieres saber más sobre lo que pasó en el festival, préstale atención a Música Bacana porque en esta semana publicará más detalles de lo acontecido en este certamen.  




14 de noviembre de 2014

Todo está listo para el Festival Internacional Rock Comuna Seis



Seguramente usted se estará preguntado qué va a hacer el próximo fin de semana. Quizás se verá todas las películas de Chuck Norris o se leerá los almanaques Bristol que tiene guardados debajo del colchón. Pero si esos “parches” le parecen muy aburridos (y en realidad lo son) usted decidirá quedarse en su casa preguntándose ¿Qué hay pa’ hacer? Mientras sus parceros viven un fin de semana a lo Trainspotting. Pues Música Bacana le propone un “parche” bestial que lo hará saltar como Tom Cruise cuando le declaró su amor a Katie Holmes en el show de Oprah Winfrey. Se trata del Festival Internacional Rock Comuna Seis, que para este año llega a su décima versión con muchas sorpresas y, por supuesto, con mucho rock.

El festival, por el que han pasado importantes bandas como Aterciopelados, Estados Alterados, LaDerecha, Nadie y Peste Muntantex, hace parte de Festivales Zona 2, una iniciativa liderada por el colectivo Ciudad Frecuencia y que agrupa a otros certámenes realizados en las comunas cinco, seis y siete de Medellín como Big Up (festival de reggae), Castilla Festival Rock y Hip 6 (festival de hip hop). El objetivo de Festivales Zona 2, según sus organizadores, es la “preparación y promoción de grupos de la zona, entendiendo la preparación como un proceso integral en donde el artista es formado no sólo en el quehacer de músico (composición musical, puesta en escena, técnica vocal) si no que integra la responsabilidad social del mismo, la posición y el pensamiento crítico con las realidades sociales que se viven en la comuna y la ciudad.” Gracias a esa labor los jóvenes de estas comunas han podido conocer el trabajo de los artistas y apropiarse del espacio público a través de la música. Por eso, todos los festivales decidieron unirse este año para ofrecer una descarga sonora que celebrará la vida y la convivencia. 

Estos son los festivales que hacen parte de Festivales Zona 2 

Todos los recitales se realizarán entre el 15 y 16 de noviembre en el Parque Juanes de La Paz, ubicado en el barrio Castilla. Hay que tener en cuenta que tendrán un costo de 3.000 pesos, así que si pensaba gastarse la plata en chucherías mejor inviértala en algo que disfrutará al máximo y recordará gratamente. Además, el cobro se hace por una buena causa y es ayudar a los compañeros de Ciudad Frecuencia, cuya sede se vio afectada por el fuerte aguacero que cayó el 29 de octubre sobre esta ciudad. 

Pero si usted es un tacaño empedernido y no está muy seguro de sacar los 3.000 pesos de la billetera, téngase fino porque el cartel de este año amerita hacerlo sin arrepentimiento alguno. El sábado tocarán nada más y nada menos que Los Suziox, Metrallo (que por primera vez asiste al festival), Psychopath Billy (una banda de neo-rockabilly proveniente de Palmira, Valle del Cauca), Antexedentez, Desadaptadoz, Fe Nefasta (puro hardokore punk desde Costa Rica), IV Tiempos, Braille, Fértil Miseria y, cerrando con broche de oro, oh por Dios, Los Toreros Muertos

Y si sobrevivió al pogo intenso y quedó antojado de más música, el domingo será imperdible porque los beats hipnóticos de Afaz Natural, Mandragora Hip Hop, Grandes Novatos, Amperios, Lunáticos Crew, Elite Fam, Huesos Roots, Lineal, Tayzon Métrico a Sueldo y DJ Jesan agitarán su corazón como si fuese una lata de aerosol. Pero si creyó que eso era todo no se preocupe, porque usted podrá moverse como las palmeras de Kingston gracias a Tarmac, Providencia, La Sinfoniska, Ghetto Dance, Díaz conel micro, DJ Jusa Ramp (supa dupa), Rasbarule y The Positive Vibration

Cartel oficial del festival.

Por si fuera poco durante esos dos días se realizará el festival alternativo Voces con memoria, en el que se harán conversatorios con algunas de las bandas participantes del festival y se tratarán temas como la relación entre el rock y la literatura. También habrá nuestras audiovisuales y talleres de apreciación musical y cuentería.

Así que no lo piense más, asista a los conciertos que realizará Festivales Zona 2 este fin de semana y cuénteles a sus familiares, amigos y demás que toda Medellín vibrará al ritmo del rock, el hip-hop y el reggae. Música Bacana estará presente y en los días posteriores al festival publicará un reportaje con todos los detalles de este certamen, si es que su director no se va detrás de una sexy groupie que vea “pogueando” por ahí.






1 de octubre de 2014

El asfalto musical de Struck 9


Struck 9 no es una típica banda de rock paisa. No hace parte de ese selecto grupo de bandas medellinenses que hoy se dedican a componer himnos adolescentes, futboleros o institucionales. Tampoco es de esas bandas que se encierra en su zona de confort y es indiferente al ruido urbano. Es, a diferencia de todas ellas, una banda que puede incitarnos al baile desenfrenado o estrellarnos contra el pavimento.

Struck 9 fue conformada en el 2008 por Andrés Felipe Cristancho (Andrés Orión) y Andrés Felipe Osorio (Andrés Henker). Su propuesta sonora gira en torno al EBM (electronic body music), un género musical surgido en los años 80 que se caracteriza por el uso de golpes electrónicos bailables mezclados con voces, gritos y líneas repetitivas de sintetizadores. Los exponentes de este género son Front 242, Nitzer Ebb, Neon Judgement, AndOne y Lost Image, y aunque su esplendor duró hasta finales de los 90, a partir del año 2000 evolucionó a lo que hoy se conoce como “revival” gracias al surgimiento de bandas como Spetsnaz, Spark y Container90

El sonido demoledor de Struck 9 ha sido influenciado por el de la las bandas clásicas de EBM y otros artistas como Joy Division, The Clash y Pink Floyd. Incluso, se ha nutrido de grupos representativos del punk en Medellín como I.R.A, Fértil Miseria, y Desadaptadoz, admirados profundamente por Andrés Orión y Andrés Henker. Después de haber grabado algunas maquetas y de haberse presentado en Medellín y Bogotá, este año Struck 9 lanza su primer disco, Democracy, el cual ha sido denominado por Andrés Orión como un “una sinfonía industrial y un asfalto musical” que pretende incitar a una catarsis colectiva.

Aunque la banda es considerada como pionera del EBM en Colombia y se ha esforzado por hacer un sonido diferente, es más conocida en otros países que en su propia tierra. Así lo demuestra un ranking realizado en el 2010 por la emisora alemana EBM Radio y en el que ocupó el primer lugar con su sencillo Default. Sin embargo, Struck 9 comienza a abrirse un camino en la escena local y muy seguramente Democracy dará de qué hablar, ya que las once canciones que lo conforman no solamente reivindican a los obreros que forjaron la Medellín industrial, de la cual sólo quedan recuerdos, sino que también producen una atmosfera alucinante y distópica. Además, la propuesta visual de Democracy es contundente ya que en la caratula aparece una foto a blanco y negro de la escultura Monumento a los obreros realizada por el maestro Justo Arosomena y la cara del CD resalta con el colorido de La mano de Dios, una pintura del maestro Jorge Uribe. 

Democracy es un collage de imágenes y sensaciones. Quien escuche Bodyrage, la primera canción de este álbum, sufrirá una combustión interna que no se apagará fácilmente. Las cenizas son sacudidas con Revolutionary progress, un canto profético que podría ser entonado por un grupo de robots declarados en huelga. Pero el momento más intenso de este álbum llega con Default, pura furia bailable que transporta la mente a dimensiones desconocidas. 

Por su parte, el mundo se despierta de su letargo con Democracy, canción que no solamente le da el nombre al álbum, sino que también reta a quienes han impuesto al miedo como única salida a los problemas. Sin embargo, la incertidumbre se hace presente con Delta force, una advertencia enviada por un mercenario que pretende destruirlo todo a su paso. A pesar de la destrucción desatada por este personaje Antipatriota y Gunmaster suenan con fuerza y hacen un llamado a enarbolar las banderas de la transformación y quitarle al espíritu cualquier mordaza. Por último, la potente instrumentalización de Combustion atraviesa el silencio con destreza, mientras que los remixes de Antipatriota y Default, realizados por Tech Nomader y Equitant, exponentes actuales del EBM, confirman que Struck 9 es una banda con proyección internacional que puede agitar el polvo de una fábrica abandonada. 

Después de que el caos y el orden se conjugaran perfectamente a lo largo del disco, queda la satisfacción de haber escuchado a una banda que rompe con los convencionalismos de una escena autocomplaciente. Ojalá que más personas, dentro y fuera de Medellín, se dejen llevar por su asfalto musical

Si quieres conocer más sobre la banda, puedes darle "Me gusta" a su página en Facebook y así estar al tanto de sus novedades: https://es-es.facebook.com/strucknine



27 de septiembre de 2014


El mensaje del Intruso armónico



Un intruso armónico ha llegado de una galaxia lejana para sacudir al presente, el pasado y el futuro. Se trata del quinto álbum de la banda colombiana Estados Alterados, liderada por Fernando Sierra (Elvis) y Ricardo Restrepo (Ricky) y que en los años 90 marcó a muchos jóvenes con canciones como El velo, Muévete, Los seres de la noche o La fiebre de marzo.

El nombre de este álbum surgió a raíz de una expresión utilizada por el productor Phill Vlnall, quien durante la grabación de Romances científicos en el 2010, solía decir que había un intruso armónico cuando escuchaba algo que no le gustaba . Este acote perfeccionista caló profundamente en Elvis y Ricky, quienes después de promocionar el álbum y superar la partida del tecladista y fundador de la banda, Gabriel “Tato” Lopera, se embarcaron en un nuevo proyecto que les tomó cuatro años y en el que contaron con la colaboración del vocalista de La Pestilencia, Dilson Díaz, y la participación de Juan Gallego (bajo), Susana Correa (guitarra) y Natalia Valencia (teclados). Las letras de las canciones fueron escritas a través de emails debido a que los integrantes de la banda viven en Bogotá, Los Ángeles, Nueva York y Medellín. Muchos de los ensayos se realizaron en el municipio de Rionegro (Antioquia) y el material final fue grabado en Los Ángeles con el visto bueno de Víctor García, productor del primer álbum de la banda que fue lanzado en 1991. 

Sin duda alguna Intruso armónico suena muy diferente a los otros álbumes grabados por Estados Alterados. Su sonido es maduro y experimental, y aunque mantiene la esencia electrónica de la banda incorpora de manera acertada otros géneros como el bolero y el pop. Además, aparecen instrumentos que no habían sido utilizados anteriormente como el bandoneón y las congas. Esta transformación también puede verse en la caratula diseñada por el artista plástico Wolfgang Guarín, quien se basó en un muñeco de papel realizado por el mismo Elvis y que luego se convirtió en la imagen del grupo. 

Las once canciones que conforman Intruso armónico parecen el itinerario de un viajero que quiere sentir nuevas sensaciones y no teme atravesar terrenos desconocidos. El álbum inicia con Mi mente, una invocación al deseo que arrasa con cualquier prejuicio. El vértigo continúa con A toda, una canción que corre como un auto de carreras y atraviesa la meta después de haber superado los obstáculos puestos por el pasado. Pero la velocidad baja con Guayaquil, una canción tan lúgubre como las luces que iluminaban a las cantinas y los prostíbulos de ese barrio ubicado en pleno centro de Medellín, y en donde las prostitutas, los cuchilleros, comerciantes e intelectuales tenían cabida. La nostalgia dura poco y los aires de renovación llegan con Inventándome, una declaración de principios que busca el cambio total sin recurrir a formulas preconcebidas. El amor no podía quedarse atrás y muestra su mejor cara con Por ti, un homenaje a esas personas que hacen latir el corazón de quienes han librado tantas batallas perdidas. 

Después de esta dulce dedicatoria la pista de baile vuelve a sacudirse con Quiero más, una plegaria hedonista que no se conforma con unas cuantas dosis de placer; Snuff, un pasaje cibernético que convierte a las utopías en distopías y Soñado e imaginado, un juego en el que los sueños hacen posible lo imposible. Finalmente, el intruso armónico demuestra su versatilidad con tres canciones que superan cualquier límite: Navegante, Seguridad y Atonal. Mientras que la primera trata sobre alguien que perdió su rumbo en aguas turbias y la segunda se burla de los gobernantes que patean al pueblo con sus delirios de persecución (cualquier parecido con cierto personaje que gobernó a Colombia durante ocho años no es pura coincidencia), la tercera es un poema sonoro en el que las palabras sobran porque el ruido y el silencio generan todo tipo de sensaciones. 

Una vez terminado este viaje electrizante, el intruso armónico regresará a la galaxia de donde vino para recuperar sus fuerzas. Pero cuando alguien lo necesite el aterrizará inmediatamente a este mundo aquejado por la monotonía y traerá consigo un mensaje renovador que borrará las fronteras impuestas por el tiempo. Quien lo escuche no volverá a ser el mismo.

El siguiente enlace es del vídeo de Guayaquil, sencillo con que fue lanzado el Intruso Armónico. ¡Disfrútenlo!
https://www.youtube.com/watch?v=tBRzCuV565U


10 de septiembre de 2014

¿Alguien puede decirme donde está Mr Bleat?



Hace poco les pregunté a varias personas por el paradero de Mr. Bleat. Pero algunas de ellas no supieron decirme con exactitud dónde se encontraba y otras lo confundieron con un hermano de Mr. Bean, el solitario inglés interpretado por el comediante Rowan Atkinson y que en los años 90 nos hizo reír con sus torpezas.

Desilusionado tuve que conformarme con volver a escuchar su primer disco, Señor Bleat, publicado en el 2011. En él este grupo paisa, conformado en 2007 por Sara Rodas, Pablo Ángel, Alejandro Bernal y Matías Uribe, demuestra que lo suyo es hacer un sonido luminoso que puede despertarnos al amanecer o en las noches volverse sombrío y meternos dentro de un sótano. Muy pocos grupos en Medellín saben hacer esto y por eso Mr Bleat merece ser escuchado con atención, ya que cada uno de sus integrantes convierte a la música en un juego de los sentidos. Alejandro Bernal, por ejemplo, muestra su virtuosismo en la guitarra con unos acordes limpios que llegan hasta los huesos, Pablo Ángel toca el bajo como si estuviese imitando los latidos de su corazón, Matías Uribe golpea la batería con la misma intensidad con que las gotas de lluvia caen sobre el asfalto y Sara Rodas hace florecer los guayacanes de Medellín con su dulce voz.

Las influencias de Mr. Bleat van desde David Bowie y Blur, hasta Patti Smith y Depeche Mode. Esto les ha permitido crear un sonido lúdico que se refuerza con unas letras intimitas que hablan sobre el amor, la naturaleza o la vida nocturna. Para comprobarlo basta con escuchar las once canciones que conforman a Señor Bleat , ya que todas generan  una atmosfera tranquila y vertiginosa. 

El disco arranca con una eXtrafalaria que hace movernos de manera extraña y sigue con Dulce, puro erotismo danzarín y adictivo. Por el contrario, en Lejos de casa nuestros pasos recorren caminos más tranquilos y lo mismo pasa en Ailandia, aunque su sutileza es un fuerte llamado a despojarse de cualquier atadura. Pero los ánimos se levantan con la coquetería de mirada viene, mirada va y nuestras vanidades desfilan por una pasarela de cartón con Canción de moda. Por su parte Bipolar pone en entredicho nuestros sentimientos, Tu boquita provoca darle besos a todo el mundo y Marea borra de un tajo todo lo que hemos dicho. Finalmente, Látex paraliza a nuestro corazón y en menos de un segundo puede hacerlo explotar, mientras que en Mal sueño ese mismo corazón se despierta de sus pesadillas y quiere latir en otro cuerpo. En ambas la melancolía se hace presente con unos violines que desentonan con el frenesí de las canciones anteriores, pero que le dan un toque introspectivo al disco. De esta manera Mr Bleat concluye un viaje sonoro donde el baile y la contemplación reflejan los vaivenes de la vida misma.

Luego de haber escuchado este disco, y ante las pocas señales que obtuve sobre el paradero de Mr Bleat, disidí buscar información por mi propia cuenta. Para fortuna de mis oídos me encontré con un artículo de la Revista Metrónomo publicado el 12 de agosto del 2014 y en el que aparece el vídeo del nuevo sencillo del grupo, chicos, chicas. Sin dudarlo le di play y además de deleitarme con una canción que trata sobre la incertidumbre presente en las relaciones humanas, pude darme cuenta de que estos muchachos conservan su esencia pero están llevando la experimentación a un punto más alto. De ahí que la publicación haya escrito lo siguiente:
-          Con un seductor matiz electrónico, esta nueva canción de la agrupación liderada por la encantadora Sara Rodas nos permite echar un vistazo a lo que viene configurando el grupo a nivel musical durante los últimos meses y las fronteras sonoras que se encuentran explorando en vista de lo que esperamos sea la producción de un nuevo disco.

Y muchos estamos esperando a que ese nuevo disco ilumine la escena local. Por eso quiero compartirles el enlace del vídeo, producido además por el proyecto audiovisual Amplificado.tv. Sin más palabras, disfrútenlo, y si alguien les pregunta por el paradero de Mr Bleat ya saben qué respuesta dar:  














7 de septiembre de 2014

Y Cerati seguirá cantando el aquí y el ahora



Nadie lo podía creer. Nadie salía de su asombro. Pero el 4 de septiembre del 2014 los medios de comunicación repitieron hasta el cansancio algo que muchos no querían escuchar: Gustavo Cerati había muerto. Una vez que la clínica Alcla de Buenos Aires emitiera un escueto comunicado en el que anunciaba el fallecimiento del ex vocalista de Soda Stereo, su nombre comenzó a repetirse entre lágrimas con la esperanza de que todo fuera un error y de que su voz volviera a escucharse. Pero no. Cerati se fue y no pudo ganarle la batalla a ese accidente cerebro vascular que durante cuatro años lo condenó a un encierro silencioso. Las palabras de pésame no se hicieron esperar. La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, decretó dos días de luto nacional y Andrés Calamaro, otro grande que canta como los salmones, dijo que lloró como un niño cuando la CNN lo llamó a su casa para preguntarle su opinión sobre la irremediable muerte de Cerati. Incluso, la banda colombiana Estados Alterados le hizo un homenaje al músico argentino durante el lanzamiento de su nuevo álbum, Intruso Armónico, y que casualmente se realizó ese mismo día. Fue tanta la sorpresa que Elvis, vocalista de la banda, exclamó lo siguiente: “¡Qué día el que nos tocó pa’ lanzar este trabajo!” Acto seguido suspiró melancólico y el show en el Teatro Pablo Tobón Uribe de Medellín continuó entre la tristeza y la alegría. Al igual que Calamaro y Elvis, otros músicos y políticos de turno expresaron su tristeza ante tal noticia, mientras las redes sociales se inundaron con memes afligidos que recordaban al hombre que en vez de congraciarse consigo mismo le dio las “gracias… ¡totales!” al público que coreó sus canciones sin parar. 


 Varios fans se acercaron a la clínica ALCLA para despedir a Gusravo Cerati. Imagen tomada de www.eluniversal.com.mx 

Su partida dolió y sigue doliendo  porque él compuso la banda sonora de tres generaciones y llevó al rock latinoamericano a otros confines. Y para que esto fuera posible el azar tuvo que meter sus narices y gracias a ello sucedió la historia conocida por muchos: En el verano de 1982 Gustavo Cerati fue de gira con su banda Sauvage a Punta del Este, pero el bar donde hiso sus presentaciones quebró y la dueña de este huyo, no sin antes pagarle con un cheque sin fondos. Mientras tanto, en otro lugar del balneario uruguayo, Héctor "Zeta" Bosio y su banda The Morgan la pasaban de maravilla. Cerati, sin un peso, decidió unírseles y ahí comenzó una relación que años después daría sus frutos. Aunque ambos estudiaban publicidad en la Universidad de El Salvador y veían algunos cursos juntos, nunca hablaron sobre sus pasiones sonoras. Pero en Punta del Este no solamente se dieron cuenta de que vibraban con The Police, sino que también se propusieron crear una banda que sonara como el trío inglés, con la particularidad de que las letras fuesen escritas en español. 

De regreso a Buenos Aires encontraron al otro integrante que necesitaban sin necesidad de hacer un casting. Una noche Carlos Ficcichia, mejor conocido como Charly Alberti, llamó a la casa de Gustavo preguntando por su hermana María Laura, pero ella no quiso atender la llamada porque le parecía un tipo muy pesado. Gustavo pasó al teléfono preguntándole si sabía tocar la batería y Charly dijo que sí, ya que él había heredado el talento percusionista de su papá, el baterista de jazz Tito Alberti. A la semana siguiente él y Zeta fueron a su casa para comprobarlo y despejadas las dudas formaron la banda Los Estereotipos, con la que grabaron un demo en el que aparecen canciones como ¿Por qué no puedo ser del jet set?, Dime Sebastián y Debo soñar. Sin embargo, el nombre de la banda nos los convenció y decidieron cambiarlo por uno más sonoro e indescifrable: Soda Stereo. Sus primeros conciertos fueron en la fiesta de cumpleaños de Alfredo Lois, quien luego se encargaría de diseñar la imagen del grupo, y en un desfile de modas realizado en la discoteca Airport. Un año después, en 1983, fueron descubiertos por el cazatalentos Horacio Martínez y a mediados de 1984 grabaron su primer LP: Soda Stereo. De ahí en adelante los tres plasmaron el sentir de la juventud argentina que comenzó a quitarse las mordazas impuestas por una dictadura desalmada con álbumes como Nada personal (1985), Signos (1986) y Doble vida (1988). La Soda Manía se apoderó de toda Argentina y rápidamente se expandió por Latinoamérica, llegando incluso a contagiar con su sonido a España y los Estados Unidos. Gustavo, Zeta y Charly dejaron de ser los chicos dietéticos que hacían canciones dietéticas para convertirse en las majestades del rock en español. 


Cerati junto a Charly Alberti y Zeta Bosio en los tiempos de Soda Stereo. Foto tomada de www.fotolog.com 

En los 90 demostraron de qué estaban hechos y rugieron como leones con una Canción animal (1990) que estremeció al público y a la crítica. Pero las tensiones musicales y personales comenzaron a erosionar su relación y en 1997, después de haber grabado Dynamo (1992) y Sueño Stereo (1995), Cerati publicó una carta en el diario Clarín en la que confirmó la disolución de la banda y dejó muy en claro que tomó esa decisión  por respeto a sus fans y en beneficio de la salud mental de él y sus antiguos compañeros de banda.

Con la tristeza de haber concluido una trayectoria de quince años en la que se vendieron más de 17.000 millones de copias y se realizaron 1.488 conciertos, Cerati comenzó su carrera como solista, aunque entre 1992 y 1998 desarrolló otros proyectos paralelos como el Colores santos que grabó con Daniel Melero (1992) y los discos Plan V (1996) y Plan Black V Dog (1998) que realizó junto al ensamble electrónico Plan V, conformado por tres músicos chilenos no profesionales. Con Amor amarillo (1993), Bocanada (1998) 11 episodios sinfónicos (2002), Siempre es hoy (2002), Ahí vamos (2006) y Fuerza natural (2008) Cerati abrazó la experimentación y demostró no solamente su capacidad de reinventarse, sino también una sensibilidad inigualable. Si como líder de Soda Stereo él compuso canciones que invitaban al baile, como solista demostró que el sonido puede trazar una ruta hacia el infinito. El Cerati de Soda Stereo y el Cerati solista supieron mimetizarse en una fluctuante escena musical sin dejar a un lado su autenticidad, porque si bien él fue un camaleón que cambiaba de colores constantemente supo plasmar con sus canciones las luces y sombras de una vida que a veces es tan suave como el terciopelo y otras tan dura como el concreto. 


Durante la gira de "Ahí vamos" Foto tomada de www.taringa.net 


A dos días de su muerte la tristeza sigue latente. Pero la mejor forma de mantenerlo vivo es agradecerle todo lo que hiso, porque gracias a Cerati nos dimos cuenta de que perdonar es divino y de que podemos soñar con cosas imposibles. Gracias a él sacamos nuestras pasiones escondidas mientras mirábamos una Persiana americana y nos quitamos la sobredosis de TV con un té para tres. También escuchamos los latidos de un corazón delator mientras caminábamos por la ciudad de la furia o nos aplicábamos una crema de estrellas antes de que llegara el ángel eléctrico. Pero nos sentimos atemorizados cuando él nos dijo que la luna roja borraría la zona de promesas que habíamos dibujado sobre la Avenida Alcorta y que la luz dejaría de pulsar. Por fortuna sus signos no se cumplieron al pie de la letra y pudimos atravesar el puente que hay encima del río babel, lanzar una bocanada y darle un zoom a nuestros amores amarillos antes de que nos dijeran adiós. Gracias a él cualquier momento se convirtió en una canción que escuchamos varias veces y la mejor manera de honrarlo es seguirlo escuchando, porque así  se haya ido su voz seguirá entre nosotros, cantando el aquí y el ahora.